"Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así. Aprovecharlo, o que pase de largo, depende en parte de ti"


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jueves, 2 de agosto de 2012

Cumplir


Es dos de agosto. Del diccionario de la Real Academia Española, traigo aquí la definición completa y literal de un verbo que hoy aplico por alguien que quizá pudiera darse por aludido tras o durante la lectura de este escrito. Por este motivo, me referiré a él en lo sucesivo como “mi aludido”.

Así pues, comienzo:

cumplir. (Del latín. complēre).

1. tr. Ejecutar, llevar a efecto. Cumplir un deber, una orden, un encargo, un deseo, una promesa.
En esta vida hay gente ejecutiva, y no hablo del sentido empresarial ni político del término, que precisamente hoy es una ordinariez hablar en esos términos; sino en el real, esto es, que llevan a efecto cosas. Que resuelven, que hacen, que no se quedan mirando, que saltan al ruedo de la vida con genio y figura, como los buenos toreros. Mi aludido es uno de éstos valientes. Sin ninguna duda.

2. tr. Remediar a alguien y proveerle de lo que le falta.
Mi aludido se dedica al noble oficio de atender a las gentes que llegan necesitadas de remedios para sus males. Cambia un rato con él por un poco más de salud. Esto se dice pronto, pero hay que saber hacerlo. Mi aludido no sólo lo hace, sino que lo hace con gracia y salero. Mi aludido,  por lo demás, dedica gran parte de su tiempo libre a seguir remediando al personal, porque es así de generoso. Y de cariñoso. Y de bueno. Y por poner un ejemplo muy evidente, que los hay muchos más, sostiene al final de su viaje vital a quien a él sostuvo al principio del vital viaje mientras le echaban agua por encima. Y la provee con mimo de todo lo que le falta.

3. tr. Llegar a tener la edad que se indica o un número cabal de años o meses. Hoy cumple Juan catorce años.
Los de mi querido aludido no son catorce. Son algunos más, digamos que “treintaymásdelamitad”. Tampoco se llama Juan. Así que puedo asegurar que esta es la única acepción del término “cumplir” que no casa al cien por cien con mi aludido.

4. intr. Dicho de una persona: Hacer aquello que debe o a lo que está obligado. Cumplir con Dios, con un amigo. Cumplió como debía.
Me apoyo en esta frase que la RAE añade para matizar la acepción: “cumplir con Dios, con un amigo. Cumplió como debía”. Mi aludido tiene un altísimo sentido del deber. En todos los aspectos. Los más elevados y los más mundanos. Lo mismo en Cuaresma y Semana Santa, que en Carnaval…

5. intr. Dicho de una persona: Terminar en la milicia el tiempo de servicio a que está obligada.
Por supuesto. Doy fe que mi aludido así lo hizo, y no de cualquier modo. Y nada menos que de Alférez.

6. intr. Ser el tiempo o día en que termina una obligación, empeño o plazo. U. t. c. prnl.
La RAE no deja de sorprenderme. ¿Cómo me puede leer el pensamiento hasta este punto? Pues sí, amigos. Va siendo tiempo de que mi aludido termine algunas de sus obligaciones o empeños. Va siendo tiempo de que descanse y sea relevado, que bien merecido se lo tiene.

7. intr. Convenir, importar.
Todos estaremos de acuerdo en la conveniencia para el mundo de que mi aludido exista. A mí, además y sobre todo, me importa.  Y mucho.

8. intr. Satisfacer la obligación de cortesía que se tiene para con alguien. Cumplir CON los invitados.
Mi aludido es uno de los mejores anfitriones que uno se puede encontrar. Generoso y cariñoso como él sólo, podríamos resumir este punto calificándolo como todo un “detalles”.

9. intr. Hacer una expresión o cumplido en nombre de alguien. Cumpla usted POR mí.
Esta acepción es también ajustadísima a la realidad. Aunque posiblemente sólo mi aludido sabe porqué hasta qué punto sé que mi argumentación es completamente cierta.

10. intr. ant. Bastar, ser suficiente.
Mi aludido se basta y se sobra. Es de los que conoces, y no te quedas con ganas de que fuera un poco más algo o un poco mejor en algo. Esto es de aplicación para la gente que, como mi aludido, merece el apelativo de genial.

11. prnl. Verificarse, realizarse.
Sí. Está totalmente verificado que mi aludido es así. Y que a sus años, está hecho. Está realizado en la vida. No hay más que ver cómo mira a su mujer de su alma y cómo se ilumina su cara cuando su Carmela de su vida le dice “papá”. Creo que acabo de dar una pista demasiado clara…

Y aquí termina este escrito del dos de agosto. Soy yo el que desde hace años no cumple nunca dando un abrazo a mi aludido en día tan señalado como éste. Así que valgan estas tan improvisadas como sinceras palabras por un abrazo que será dado en condiciones tan pronto como sea posible. Mientras, si identificáis a mi aludido, y lo tenéis cerca, no perdáis la oportunidad de darle un abrazo, también de mi parte. Lo merece de sobra. Lo acabo de demostrar. A la RAE acabo de poner por testigo y argumento.

Además, en el contexto de este rincón electrónico, mi aludido también es (gran suerte la mía) parte de mi vida desde hace 36 años. ¡ Como para no celebrarlo !

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