Hoy comienza un mes
precioso. Otoñal. Maduro. Que invita a la calma, al sosiego, a la paz, a la
serenidad.
Tengo motivos para que
me guste el mes de noviembre. Este mes reúne a las tres mujeres de mi vida,
cada una de una generación distinta, y las enlaza entre sí con aires del cielo
donde el tiempo no tiene medida. Del cielo en el que creo. Del cielo que está
ahí, aunque a veces las nubes nos lo tapen; y que siempre espera, aunque a
veces no queramos mirarlo o no sepamos verlo.
Esta bellísima pieza
musical, “Dove tu sei…”, me llena de buenos recuerdos. De paz y serenidad. De
sincera alegría. De sencilla felicidad.
“Dove tu sei, torna la vita”
A una de ellas, le digo
que allí donde estuvo aquél 8 de noviembre de hace dos años, volvió la vida,
vino la vida. Ella es mi vida y de ella salió nuestra vida, el regalo más
precioso que jamás pude recibir, lo mejor que jamás nos pudo pasar, lo más
hermoso que jamás pudimos hacer desde que unimos nuestras vidas hasta la
eternidad.
“Dove tu passi, fiorisce il deserto”
A otra, le digo que es
la más bella flor que nació en noviembre. Y que por donde ella camina, su sola
sonrisa es capaz de hacer florecer al más árido de los desiertos. Tiene todo el
camino de la vida por delante. Y hará florecer muchos desiertos. Lo sé. Y no sé
bien cómo, pero lo veré.
“Dove tu guardi, si rischiara il cielo”
Y a la otra, que es la
primera, le digo cada primero de noviembre que allí donde mira se ilumina el
cielo. Porque nos mira y nos ve. Porque ilumina todo con su presencia. Porque
me ha dado luz y linterna para ver y caminar por la vida.
Y a las tres, en fin,
cada mes de noviembre, les agradezco su existencia, donde se apoya la mía, y
les digo de modo muy, muy, muy especial, que las quiero sin medida temporal. O
sea, eternamente.
Noviembre es para mí el
mes de la eternidad. Y de la maternidad, que tiene mucho de eternidad, porque
“torna la vita”.
Muy bonito, muy sentido y muy bien expresado.
ResponderEliminarMe ha emocionado.
Un beso hijo mio.
Este blog es impresionante así como su creador. Qué cosas más bonitas, hermano. Un beso
ResponderEliminarCon los ojos cansados de la noche en vela es muy difícil contener las lágrimas de emoción al leer lo que escribes. Que Dios te bendiga.
ResponderEliminarMemorias.